Los testigos del tablero son una de las fórmulas que tiene el vehículo para informarnos que algo no anda bien. Esta nota explica las causas para entender por qué se enciende el símbolo de la batería de forma intermitente o continua.
Si la comunicación efectiva, de acuerdo con el escritor estadounidense Robert Gately, comienza con la escucha, bien podríamos decir que, en materia automotriz, la comunicación que cada conductor tiene con su propio auto nace a partir de la observación.
Esto es evidente desde el momento en que encendemos el carro, cuando los diferentes testigos del tablero se iluminan automáticamente, indicando que el sistema eléctrico ha comenzado a funcionar. No obstante, es justamente cuando uno de esos símbolos no se apaga, el instante en que el vehículo se comunica con el conductor para informarle que algo no anda bien (ya sea en el motor, la temperatura, los neumáticos, la batería, etc.).
El problema, sin embargo, radica cuando la persona al volante no se detiene a observar lo que su auto le está intentando decir a través del tablero, agravando significativamente la falla que este ha comenzado a presentar. Por ejemplo, en el caso de la batería, cuando el testigo sigue encendido después de haber arrancado el vehículo (bien sea de forma intermitente o continua) el conductor debe atender inmediatamente esta alerta, pues se arriesga a que un día cuando quiera encender el auto, sea simplemente incapaz de hacerlo.
Ahora bien, aunque una observación oportuna del tablero del carro puede ayudarnos a ganar un tiempo valioso, aprender a identificar la causa del problema nos permite ser más prácticos y efectivos al momento de actuar, resolviendo de forma más precisa la falla que el auto ha comenzado a presentar. En ese sentido, cabe la pena preguntarse: ¿Qué es lo que ocurre cuando el testigo de la batería no se apaga después de haber encendido el auto?
La causa más común en este caso es que la batería presente una descarga o esté en mal estado. Al respecto, es importante señalar que, aunque la vida útil de la batería oscila entre los 3 y los 5 años, se trata de un tiempo relativo, ya que la duración puede variar en función del tipo de conducción, el uso que se le dé al vehículo, el mantenimiento, el clima de la zona, etc. Por eso, si la batería del carro se encuentra en este periodo de tiempo, es muy probable que la luz indique que se requiere de una sustitución.
Sin embargo, de acuerdo con Oscar Ospina, Gerente de Marketing y Estrategia de Clarios – Baterías Mac, a veces no es necesaria la sustitución completa de la batería. “En algunos casos, el problema puede estar en una acumulación de corrosión en los terminales de la batería o hasta en una conexión débil. La corrosión impide que la energía eléctrica fluya entre la batería y el alternador. También puede darse el caso de que los cables de la batería no estén bien colocados o se haya soltado alguno.
En ambos escenarios, el conductor puede encargarse de solucionar por sí mismo este inconveniente, claro está, en caso de contar con un buen conocimiento en materia automotriz. No obstante, los expertos recomiendan en estos casos acercarse hasta un centro de servicio especializado y/o de confianza para que un profesional pueda hacerse cargo de la situación, con todas las medidas de seguridad necesarias.
Cuando el alternador es el problema
El alternador es el dispositivo que recarga y mantiene la carga de la batería. De hecho es el elemento que proporciona la corriente eléctrica al vehículo una vez entra en funcionamiento el motor y el sistema de engranaje del vehículo. Si el testigo de la batería se enciende y se apaga, puede indicar que algo falla en el alternador. Lo cual se debe, principalmente, a un problema en la correa o también en el regulador, haciendo que el alternador no suministre energía al carro o, por el contrario, lo haga en exceso.
Cuando la falla proviene de la correa, es muy probable que se trate de un tema de duración o de desgaste de esta pieza, encargada de transmitir las revoluciones del motor al alternador y cuyo poder obtenido, genera energía eléctrica para alimentar los diferentes accesorios, de esta forma suministra energía eléctrica al alternador, al sistema de aire acondicionado, a la dirección asistida entre otros elementos del auto.
Las bandas o correas suelen tener una vida útil entre los 150.000 y los 200.00 kilómetros aproximadamente. Si el vehículo lleva ese recorrido con la misma correa, es necesario llevar a cabo su sustitución, debido a que se puede reventar, destensar o dañar, lo cual hará que el testigo de la batería se encienda y se apague de forma intermitente.
La falla de la correa genera que la batería entregue directamente la energía al sistema eléctrico, lo cual puede dañarla, o hacer que el vehículo no vuelva a encender.
Ahora bien, si el problema se origina en el regulador, es porque generalmente es momento de cambiarlo. Si bien esta parte del auto suele tener una vida útil bastante prolongada, también es cierto que cumple con unas de las tareas más exigentes, pues es la encargada de mantener una corriente de energía
constante para que el carro pueda funcionar perfectamente. “Por eso, si existe un problema en el regulador, el testigo de la batería se va a encender y apagar, indicando que hay un problema eléctrico en el carro y que debe ser llevado hasta un centro especializado y/o de confianza para que sea reparado”, añade Ospina.